viernes, 15 de julio de 2011

He llorado mucho a lo largo de los años , por cosas insignificantes . Pero jamás había llorado con la misma intensidad , que en los días en los que nos peleábamos . Necesitaba tu apoyo y cariño , necesitaba llamarte y no decir ni una sola palabra , tan solo escuchar tu voz al contestar el teléfono . Necesitaba esas gruesas manos , que tantas veces han recorridos los recovecos de mi cuerpo. Qué extraño es ese sentimiento , de querer hacer cosas , pero no sentirte capaz. La debilidad domina tu cuerpo , y de tu boca tan solo salen llantos. Miras una y otra vez el reloj , tu móvil , nada , ni una llamada . Te tiras en la cama y tapas tu rostro con la almohada , y gritas , gritas y lloras . Ojalá fuésemos capaces de derribar el miedo , y la tristeza , y sustituirlo por valentía . Limpiate las lágrimas de la cara y sal a buscarlo , porque de otra manera , lo perderás. De nada sirve quedarse en tu habitación encerrada llorando , el mundo está fuera , él est´´a fuera. Lo único que consigues así , es que el se aleje cada vez mas de ti . Y ahí si que es cuando todo se acaba. Suelta todo lo que guardas en tu interior , desahoga te . Guardarse las cosas es como atarse una cuerda al cuello , y esperar a que te ahogue . Por que lo único que hace la tristeza es eso . te va formado un gran nudo en la garganta , sientes que cada vez hay menos aire.

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